Carmen, la orientadora de nuestro instituto, nos ha dado algunos datos sobre uno de los libros de Charlie, El alcalde de la calle Castro:
El periodista Randy Shilts escribió la biografía de Harvey Milk mientras buscaba trabajo, ya que no lo encontraba por ser abiertamente gay. Milk fue un político e importante activista estadounidense que luchó por los derechos de los homosexuales. Nacido y criado en Nueva York, aceptó su orientación sexual siendo adolescente; sin embargo, la mantuvo en secreto hasta convertirse en adulto. En 1972 decidió trasladarse definitivamente a San Francisco, donde se asentó en el distrito de Castro (de ahí el título del libro) y se convirtió en el primer gay elegido para un cargo público en su país. El libro se publicó en 1982 y dos años más tarde el documental basado en el libro, "The Times of Harvey Milk", ganó un Oscar.
Esto nos ha llevado a hablar sobre uno de los temas que, en nuestra opinión, destaca en Las ventajas de ser un marginado: la diferente forma de vivir la sexualidad de dos de los amigos de Charlie, Patrick y Brad, y la homofobia del padre de Brad, un reflejo de la que todavía existe en la sociedad actual.
Otro tema de debate, a partir de la historia que cuenta Charlie sobre cómo su abuelo castigó físicamente a su madre y su tía Helen de niñas por sacar malas notas, ha sido la dificultad de criar a los hijos, algo que Charlie se plantea:
"No sé si es mejor que tus hijos sean felices y no vayan a la universidad. No sé si es mejor tener una buena relación con tu hija o asegurarte de que tenga una vida mejor que la tuya. La verdad es que no lo sé. Me quedé en silencio y lo contemplé". (página 75).
Aunque no hay reglas escritas para educar a los hijos, todos estamos de acuerdo en que la violencia no es una manera válida para conseguir que tus hijos hagan algo que tú crees provechoso para ellos. A pesar de que sea complicado, opinamos que la supervisión y el trabajo constante con ellos es mucho mejor.
Aunque no hay reglas escritas para educar a los hijos, todos estamos de acuerdo en que la violencia no es una manera válida para conseguir que tus hijos hagan algo que tú crees provechoso para ellos. A pesar de que sea complicado, opinamos que la supervisión y el trabajo constante con ellos es mucho mejor.